La Mezquita-Catedral de Córdoba ofrece otras opciones de visita. Este es el caso de la tradicional visita diurna, a través de la cual se hace posible descubrir una magnífica arquitectura, fruto de la integración de los más diferentes estilos artísticos. Además, de disfrutar con los numerosos retablos, pinturas u obras de orfebrería que el edificio custodia en su interior.

En esta modalidad de visita se ofertan diferentes servicios para el usuario, con el objeto de optimizar su experiencia de visita. De este modo, el visitante cuenta a su disposición con un folleto-plano explicativo que, disponible en siete idiomas, repasa de manera didáctica y gráfica los principales hitos del conjunto monumental. Asimismo, existe la posibilidad de la contratación de audioguías, que ofrecen un completo relato histórico-artístico en diferentes idiomas. A ellas, de manera más reciente, se ha sumado el servicio de audioguía infantil, que ha supuesto una apuesta por acercar el monumento a los más pequeños, con contenidos adaptados y amenos.

 

Por otro lado, el visitante tampoco puede prescindir de la visita a la Torre-Campanario, uno de los hitos más emblemáticos del monumento. La subida a la Torre catedralicia no sólo permite conocer un ejemplo de arquitectura singular y significativa, sino que además disfrutaremos unas impresionantes vistas urbanas, a 40 metro sobre el suelo, desde que es el mirador más elevado y privilegiado de la ciudad de Córdoba. La visita a la Torre Campanario, dadas las limitaciones de esta construcción, se estructura en diferentes pases limitados a 20 personas, que se desarrollan en horario de mañana y tarde.

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