Ubicado en una centenaria destilería ofrece al visitante, entre un mundo sensorial, la historia y tradición de la elaboración de anisados y licores. En la primera sala aparecen los alambiques de cobre, obra del artista local, el maestro calderero Francisco Casas, donde nos cuentan cómo se fabrica tan delicioso elixir. La Sala de maceraciones posee un conjunto de tinajas de barro vidriado donde se maceraban diferentes frutas, hierbas y semillas para obtener los licores más clásicos de las Destilerías Duende (rosolí, hierbabuena, guindas, pacharán...). En sus vitrinas aparece la historia de más de un centenar de destilerías dedicadas a toreros, personajes literarios y animales. Desde los aguardientes puros de uva hasta los actuales anisados que existieron en nuestra Villa desde el siglo XVII hasta nuestros días. Por último, en la Sala de Degustación, se podrá disfrutar de sabores sorprendentes y aromas de canela, hierbaluisa, matalahúva,...

La visita guiada completa a Destilerías Duende, partiendo de una bodega de envejecimiento para el brandy y ponche se puede contemplar un conjunto de barriles de roble americano, viejos despachos, cartelería taurina y un sinfín de aperos para el trabajo en la bodega y la vida cotidiana del mundo rural de los siglos XIX y XX. El Patio, es una auténtica joya de la arquitectura popular cordobesa, y ganador dos años consecutivos del Primer Premio del concurso de Patios de la provincia de Córdoba, en el que se pasará por sus diversas estancias, cocina de antiguas matanzas, dormitorios y baños, entre una impresionante colección de geranios, plantas aromáticas, limoneros y fuentes que refrescan al visitante y dan música a este entorno. La visita continúa con diferentes explicaciones, anécdotas y curiosidades por las diferentes Salas del Museo, terminando con una cata completa de los diferentes destilados, macerados y envejecidos que se elaboran y cuidan con esmero en este espacio vivo de la historia ruteña.

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