Es el edificio más importante, junto a la iglesia de Santa Marina, de Fernán Núñez, edificado entre 1783 y 1787 sobre las ruinas de una vieja construcción militar conocida como "el castillo" la cual sufrió graves daños en el terremoto de 1755.
Fachada del Palacio Ducal de Fernán Núñez La idea de acometer la construcción de un palacio sobre las ruinas del antiguo castillo, la concibe el Conde Carlos José siendo Embajador, en Lisboa, de Carlos III ante los reyes de Portugal. El conjunto fue remitido desde Lisboa por el propio Conde en 1783 y se cree reproduce la fachada del palacio das Necesidades, donde estaba instalada la embajada de España.
El Palacio Ducal consta de dos plantas. La planta baja acoge las dependencias de oficinas, archivos, salas de juntas, capilla, cocinas, comedores y dependencias para la servidumbre. La planta alta, a la que se accede por una hermosa escalinata blanca jaspeada que en la antigüedad estuvo decorada con bustos de origen romano, contiene salas espaciosas y salones que estuvieron destinados a mansión señorial. Hoy en día las habitaciones carecen de útil alguno.
Lo más destacado del edificio son las dos torres que lo coronan, la menor de las cuales está montada sobre el torreón macizo, o torre de Fernán-Núñez de Temes, que dio origen al actual emplazamiento del pueblo.
Jardines de Palacio
Tras las edificaciones se encuentran los jardines, muy bellos, que se disponen en tres terrazas escalonadas, donde abundan los limoneros y naranjos. En los jardines existen tres fuentes que se abastecen del agua que conduce una vieja conducción de origen romano.
En la actualidad los jardines han sido restaurados e iluminados para su visita en los meses de verano.
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